miércoles, 13 de abril de 2011

Solipsismo

Al despertarme cada mañana, no deja de sorprenderme que todas estas personas de mi alrededor, por no hablar de los edificios, las montañas, las nubes, las hormigas, los aviones y hasta el dibujo de las salpicaduras de café sobre el mantel bordado, estén aquí sólo para hacerme compañía: para servir de decorado al único ser sin el que el universo no podría existir.

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