domingo, 29 de mayo de 2011
En el hormiguero
Las hormigas son unas perfectas demócratas, aunque no se aprecie a simple vista. Una vez al año, eligen representantes que se reúnen en una cámara interior y discuten sobre las decisiones que afectarán al conjunto de la comunidad: si hay que reformar el hormiguero, si deben trasladarse las larvas, si los soldados deben recibir un sueldo extra de cáscaras y gusanos, si deben reconstruirse las galerías destruidas o mejor dejar los escombros para emprender obras en otra parte. Una vez sancionadas, las resoluciones se transmiten al resto de las hormigas, que se sienten muy aliviadas y satisfechas de ejercer su libertad mientras recogen más cáscaras y gusanos, con cuidado de que no las pisen.
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